En el marco del Día Internacional de la Amistad (el 30 de julio), celebramos la importancia de cultivar relaciones de afecto que enriquezcan nuestras vidas y contribuyan a un futuro mejor. Sin embargo, no podemos ignorar que en nuestro país, al igual que en muchas partes del mundo, aún existen obstáculos que amenazan la paz y la sostenibilidad del planeta.
La codicia y la indiferencia hacia la salud de nuestro planeta son dos de las preocupaciones más apremiantes en la actualidad. En Colombia, un país con una rica biodiversidad y ecosistemas únicos, debemos tomar acciones concretas para preservar nuestra tierra y protegerla de la explotación irresponsable. El apego fanático a ideologías también ha generado divisiones en nuestra sociedad, dificultando el diálogo y la cooperación necesarios para alcanzar un bienestar común.
En este sentido, las iniciativas de la UNESCO y las Naciones Unidas para promover una cultura de paz y no violencia son fundamentales. Debemos reconocer que la educación es una herramienta poderosa para inculcar estos valores en las nuevas generaciones y fomentar la tolerancia, la comprensión y la solidaridad entre los seres humanos.
La Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz nos brinda una guía clara sobre las acciones que podemos emprender para alcanzar una sociedad más justa y pacífica. Garantizar el respeto de los derechos humanos, fortalecer la participación democrática y apoyar la comunicación y el acceso a la información son pasos fundamentales para construir un futuro en paz.
En el Día Internacional de la Amistad, hagamos un llamado a valorar y cultivar relaciones de afecto no solo con nuestros seres queridos, sino también con nuestros vecinos, compañeros de trabajo, y aquellos que pueden ser diferentes a nosotros en muchos aspectos. La amistad trasciende fronteras y nos conecta como seres humanos.
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Esta publicación ha sido realizada por la Fundación Internacional de Educación de Colombia (UNINCOL) con el objetivo de ofrecer información que aporte al mejoramiento continuo de la calidad de vida de la comunidad institucional.
