La educación online, impartida a distancia antes de la era de internet, siempre fue una forma de complementar lo aprendido en estudios convencionales. También tuvo, y tiene, el rol de ser un hobby para muchos, que ven en esta clase de formaciones una manera de satisfacer curiosidades e inquietudes sin tener que sacrificar sus actividades laborales por ello. El portal America Learning & Media cita una encuesta de los portales Universia y Trabajando.com que muestra que un 59% de los estudiantes universitarios han cursado o planean estudiar formaciones online.
A pesar de todo, la enseñanza online está en una continua lucha por superar el escepticismo de sociedades a menudo reticentes ante lo nuevo. Un buen argumento para entender que los estudios online llegaron para quedarse es el hecho que cada vez más instituciones de prestigio internacional imparten formaciones de calidad a distancia, como es el programa de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de UNINCOL que el Ministerio de Educación Nacional (MEN) validó recientemente.
La enseñanza online es un método de aprendizaje que paulatinamente se instala en nuestras sociedades gracias también a una serie de beneficios con los que la educación presencial tradicional no puede competir:
Empleabilidad
Es uno de los presuntos puntos débiles de los estudios en línea más mencionados. Sin embargo, según el Observatorio Laboral para la Educación del Ministerio de Educación, el porcentaje de estudiantes de formaciones online que logran un empleo se sitúa entre el 88 y el 90%, cifras muy similares a los titulados en estudios presenciales.
Titulaciones
Como se menciona anteriormente, cada vez son más las instituciones de renombre internacional que ofertan estudios online, lo que supone para la gran mayoría de los estudiantes la mejor oportunidad de cursar formaciones del más alto nivel tituladas por universidades como Harvard, Berkley, Oxford o Cambridge.
Movilidad
Las enseñanzas online se pueden cursar desde cualquier parte del mundo, ya que todos los materiales están en internet. Eso facilita la posibilidad de trabajar con compañeros de clase que estén en otros países, lo que convierte el estudio a distancia en una actividad enriquecedora también desde los puntos de vista personal y cultural.
Formación continuada
La flexibilidad horaria que pasa por ser una de las mayores virtudes de este tipo de estudios permite a los estudiantes formarse de manera continuada, al poder compaginar los estudios con la actividad laboral. Además, la posibilidad de seguir estudiando y el poder aplicar los nuevos conocimientos en el día a día hacen que el aprendizaje sea más efectivo.
Ahorro de tiempo y costes
Los estudiantes no deben trasladarse a ningún centro educativo, lo que permite ahorrar mucho tiempo en traslados. Los precios para lograr acceder a las formaciones que se imparten online también suelen ser mucho más bajos que los que se suelen requerir para estudios presenciales.
Disciplina y organización
La disciplina y la organización son dos de las cualidades que se desarrollan cursando formaciones a distancia, como también lo son la constancia, la fuerza de voluntad, el compromiso y la autonomía. Todas ellas son muy importantes ya que la flexibilidad horaria requiere una perseverancia que no todos pueden ofrecer. Eso sí, los que logran acabar sus estudios a distancia muestran unas aptitudes muy apetitosas para cualquier empresa, como se puede leer en este artículo de El País.
