Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Granada (España) demuestra que al mejorar las condiciones físicas de los niños y adolescentes se produce un incremento de la materia gris del cerebro.
Ya son varios los estudios que ponen de manifiesto la relación entre la práctica deportiva y la mejora de las habilidades cognoscitivas, sobre todo de los más pequeños. Recientemente, un equipo de investigadores españoles, liderados por el Dr. Francisco B. Ortega, ha demostrado los efectos que la actividad física provoca en el volumen de materia gris almacenada en distintas áreas del cerebro.
El estudio integra un proyecto de investigación llamado “Active Brains”, que ha analizado más de 100 niños con sobrepeso u obesidad. Esta investigación pretende examinar los efectos de un programa de ejercicio físico de 4 meses y medio de duración sobre la función cognoscitiva y el cerebro, también sobre la salud física y mental de niños entre 8 y 11 años con sobrepeso u obesidad.
El estudio resalta cómo el aumento del ejercicio físico provoca una mejora de la capacidad aeróbica y la habilidad motora en relación al desarrollo del cerebro. No obstante, la fuerza muscular no ha demostrado tener ningún tipo de relación con el volumen de materia gris almacenada en las regiones del cerebro.
“El nivel de condición física de los niños está directamente relacionado con importantes diferencias estructurales en el cerebro, y tales diferencias se ven reflejadas en el rendimiento académico”, afirma Ortega.
El número de niños y adolescentes obesos en todo el mundo se ha multiplicado por diez en los últimos 40 años, según el último estudio publicado en octubre de 2017 por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las escuelas, tanto públicas como privadas, deben desarrollar programas de actividades físicas regulares para promover la salud desde la infancia.