En el mundo de la salud y la nutrición, uno de los desafíos más persistentes es el fenómeno del «efecto yo-yo», donde las personas que han perdido peso a menudo lo recuperan con el tiempo. Este problema no solo es frustrante para quienes intentan mantener un peso saludable, sino que también plantea serias preguntas sobre la naturaleza subyacente de la obesidad.
Un estudio reciente publicado en Nature, titulado «Adipose tissue retains an epigenetic memory of obesity after weight loss», revela que el tejido adiposo puede retener una «memoria» epigenética de la obesidad incluso después de una pérdida de peso significativa. Este hallazgo tiene implicaciones profundas para el tratamiento y la gestión a largo plazo de la obesidad, sugiriendo que las intervenciones deben ir más allá de las simples modificaciones dietéticas y de estilo de vida.
La persistencia de la memoria metabólica
La obesidad y sus comorbilidades relacionadas representan riesgos sustanciales para la salud. Los enfoques clínicos tradicionales para manejar la obesidad incluyen intervenciones dietéticas y de estilo de vida, tratamientos farmacéuticos y cirugía bariátrica. Sin embargo, estos métodos a menudo solo logran pérdidas de peso a corto plazo. Este patrón recurrente puede deberse, en parte, a una memoria metabólica obesogénica que persiste después de una pérdida de peso o de mejoras metabólicas.
Los mecanismos epigenéticos juegan un papel crucial en el desarrollo, diferenciación y mantenimiento de la identidad de los adipocitos, tanto en estudios in vitro como in vivo, y se cree que también contribuyen a la memoria celular de la obesidad. Estudios previos han identificado cambios duraderos en la accesibilidad de la cromatina asociados con la memoria patológica de la obesidad en células mieloides de ratones. La cromatina es una masa de tejido compuesta por ADN y proteínas que se condensa para dar forma a los cromosomas y su función es comprimir el ADN en una unidad compacta más pequeña que cabe dentro de un núcleo. Sin embargo, en humanos, la mayoría de los estudios se han centrado en el análisis de la metilación del ADN en tejidos a granel o sangre completa, lo que podría estar confuso por variaciones en la composición del tipo celular.
¿Cómo se realizó el estudio?
Para investigar si los estados obesogénicos previos persisten en los humanos, los investigadores realizaron secuenciación de ARN de núcleo único (snRNA-seq) en tejido adiposo de individuos con obesidad antes y después de una pérdida de peso significativa, así como en ratones delgados, obesos y anteriormente obesos. Estos ratones fueron limitados con dietas altas o bajas en grasas durante 12 o 25 semanas, y luego se les cambió a una dieta estándar para normalizar su peso en un período de 4 a 8 semanas.
Resultados relevantes en ratones
En el estudio se usó una técnica avanzada (secuenciación de ARN de célula única) para estudiar células individuales y encontraron 15 tipos de células importantes. Se observó que en los ratones obesos hay más macrófagos (un tipo de célula del sistema inmunológico) y que este aumento no desapareció completamente incluso después de perder peso. Esto sugiere que algunos cambios en las células persisten, como si las células «recordaran» su estado anterior, lo que podría causar problemas en el tejido graso.
También se investigó cómo esta «memoria» se guarda a nivel genético en las células de grasa. Descubrieron que ciertas partes del ADN que controlan la actividad de los genes siguen alteradas después de perder peso. Esto significa que las células de grasa podrían reaccionar de manera diferente en el futuro, lo que podría explicar por qué algunas personas recuperan peso después de haberlo perdido.
Resultados relevantes en humanos
En humanos, las muestras se obtuvieron de pacientes sometidos a cirugía bariátrica en dos pasos, con estudios que excluyeron a individuos con obesidad sindrómica o enfermedades concurrentes. Se analizaron biopsias de tejido adiposo visceral y subcutáneo antes y después de la cirugía, observando cambios en la resistencia a la insulina y la composición corporal. Los resultados mostraron que, al igual que en ratones, algunos cambios genéticos y celulares persisten tras la pérdida de peso significativa.
El estudio también exploró las bases epigenéticas de esta memoria en adipocitos, utilizando técnicas avanzadas de secuenciación para identificar modificaciones en histonas y accesibilidad cromatínica. Se observó que muchos promotores y potenciadores permanecen alterados tras la pérdida de peso, lo que sugiere una memoria epigenética que afecta la función de los adipocitos. Esta memoria podría preparar a los adipocitos para responder de manera diferente a estímulos futuros, contribuyendo a la fisiopatología de la obesidad de rebote. El estudio también destaca que la pérdida de peso rápida, como la lograda mediante cirugía bariátrica, podría modificar esta memoria celular en humanos.
Conclusiones
La posibilidad de intervenir en la memoria epigenética del tejido adiposo podría revolucionar la forma en que se aborda la obesidad, ofreciendo esperanza para soluciones más duraderas y efectivas. En conclusión, el estudio destaca la importancia de considerar los aspectos epigenéticos en el tratamiento de la obesidad. A medida que se avanza en la investigación, es crucial que los profesionales de la salud y los investigadores continúen explorando cómo estas memorias celulares pueden ser moduladas para mejorar los resultados de salud a largo plazo.
Fotografía: Todos los derechos reservados.
Fuente: Adipose tissue retains an epigenetic memory of obesity after weight loss
Esta publicación ha sido realizada por la Fundación Internacional de Educación de Colombia (UNINCOL) con el objetivo de ofrecer información que aporte al mejoramiento continuo de la calidad de vida de la comunidad institucional.
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