En un mundo donde los avances genéticos están dando lugar a importantes descubrimientos sobre la predisposición hereditaria, un nuevo estudio de la Universidad de Zhejiang y la Universidad de Edimburgo ha agregado una perspectiva alentadora. Los investigadores han encontrado que los hábitos saludables pueden tener un efecto significativo en la esperanza de vida, incluso teniendo en cuenta los genes.
El estudio, publicado en BMJ Evidence-Based Medicine, analizó datos de la Biobank del Reino Unido para recopilar información de cientos de miles de adultos de ascendencia europea. Los participantes fueron clasificados en tres categorías en función de su perfil de riesgo genético: vida larga, vida intermedia y vida corta. Además, se evaluaron los estilos de vida mediante un índice compuesto por costumbres saludables como no fumar, consumo moderado de alcohol, actividad física regular, mantener un peso saludable, dormir adecuadamente y seguir una dieta sana.
¿Cómo impactan los hábitos saludables en la esperanza de vida?
Los resultados son claros: aquellos que tenían un mayor puntaje genético y seguían hábitos de vida saludables tenían más probabilidades de vivir más años. De hecho, se demostró que adoptar un estilo de vida saludable reduce hasta en un 62% los efectos de la predisposición genética y puede agregar hasta 5 años más a la esperanza de vida. Por otro lado, aquellos con un puntaje genético más alto, pero con un estilo de vida poco saludable tenían un riesgo significativamente mayor de morir prematuramente, con un aumento del 78% en el riesgo.
Aunque estos resultados son prometedores, es importante señalar que se trata de un estudio observacional y no se pueden establecer conclusiones definitivas sobre la relación de causa y efecto. Además, el estudio se centró en participantes de ascendencia europea, por lo que no se puede extrapolar los resultados a todos los grupos étnicos. Sin embargo, estos hallazgos respaldan la creciente evidencia de que los hábitos saludables pueden tener un impacto tangible en la longevidad, incluso desafiando a las predisposiciones genéticas.
La información proporcionada puede ayudar a orientar la atención médica personalizada y el desarrollo de tratamientos basados en los factores del estilo de vida. Además, subraya la importancia de la educación y el apoyo para ayudar a las personas a adoptar hábitos saludables y prolongar su tiempo de vida.
En última instancia, incentivar un cambio de estilo de vida hacia hábitos más saludables podría ser la clave para superar las limitaciones genéticas y vivir una vida más larga y saludable.
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Fuente: Cómo los hábitos saludables pueden compensar la genética y sumar años de vida
Esta publicación ha sido realizada por la Fundación Internacional de Educación de Colombia (UNINCOL) con el objetivo de ofrecer información que aporte al mejoramiento continuo de la calidad de vida de la comunidad institucional.