El consumo excesivo de alimentos y bebidas con altas calorías, incluyendo el alcohol, es un factor clave en el desarrollo de enfermedades no transmisibles, una de las principales causas de mortalidad a nivel global. En un mundo donde las decisiones alimenticias son cada vez más complejas, debido a la sobreabundancia de opciones, la publicidad y el marketing engañoso, la falta de educación nutricional, el estilo de vida acelerada y otros factores sociales, económicos, culturales y tecnológicos, el etiquetado calórico ha surgido como una estrategia para promover elecciones más saludables. Pero, ¿qué tan efectivo es realmente? Una reciente revisión de la Cochrane Library actualiza la evidencia científica sobre este tema, ofreciendo una visión más clara sobre cómo el etiquetado calórico puede influir en la selección y el consumo de alimentos y bebidas.
El impacto del etiquetado calórico en las decisiones alimenticias
El etiquetado calórico, que muestra la cantidad de energía contenida en los alimentos y bebidas, ha sido recomendado como una herramienta para reducir la ingesta calórica. No obstante, aún está en duda su posible efecto. En un estudio titulado «Etiquetado calórico (energético) para cambiar la selección y el consumo de alimentos o alcohol», que amplía los hallazgos de un estudio previo realizado en 2018, se analizaron ensayos controlados aleatorizados y otros diseños experimentales para evaluar cómo este tipo de etiquetado afecta las decisiones de compra y consumo de las personas. Es importante señalar que, la mayoría de los estudios tomados como muestra fueron realizados en países de ingresos altos, destacando Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda, Francia y Canadá.
Los resultados sugieren que el etiquetado calórico tiene un efecto modesto pero significativo en la reducción del consumo calórico. Sin embargo, su impacto en la vida real puede variar dependiendo de factores como el diseño de la etiqueta, el contexto socioeconómico y el tipo de alimento o bebida.

Factores que influyen en la efectividad del etiquetado
Uno de los aspectos más destacados de esta revisión es la identificación de posibles modificadores que pueden influir en la efectividad del etiquetado calórico. Por ejemplo, etiquetas más visibles y claras tienden a ser más efectivas en influir en las decisiones de los consumidores. Además, el contexto socioeconómico juega un papel importante: las personas con mayor nivel educativo o interés en la salud son más propensas a responder positivamente a esta información.
En cuanto a las bebidas alcohólicas, el etiquetado calórico parece tener un impacto menor en comparación con los alimentos, lo que sugiere que las estrategias para reducir el consumo de alcohol podrían requerir enfoques adicionales o complementarios.
¿Es el etiquetado calórico la solución definitiva?
Si bien el etiquetado calórico es una herramienta prometedora, no es una solución mágica para los problemas de salud pública relacionados con la alimentación y el consumo de alcohol. Su efectividad depende de múltiples factores, y es necesario complementarlo con otras estrategias, como campañas educativas y políticas de regulación alimentaria.
Para los profesionales y estudiantes en el área de salud y nutrición, estos hallazgos subrayan la importancia de un enfoque multifacético para abordar los desafíos de la nutrición moderna. El etiquetado calórico puede ser un paso en la dirección correcta, pero su implementación debe ser parte de un esfuerzo más amplio para promover estilos de vida saludables.
Fuente: Etiquetado calórico (energético) para cambiar la selección y el consumo de alimentos o alcohol
Esta publicación ha sido realizada por la Fundación Internacional de Educación de Colombia (UNINCOL) con el objetivo de ofrecer información que aporte al mejoramiento continuo de la calidad de vida de la comunidad institucional.
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