Investigaciones científicas han dado evidencias de que la práctica de actividad física puede ser eficaz para combatir la ansiedad. Así, evitar el sedentarismo y buscar estar activos ayuda a la salud emocional.
Ante las primeras señales de ansiedad, hacer actividad física es una de las alternativas que puede contribuir para evitar que se convierta en un trastorno más serio para la salud. ¿Qué beneficios aporta la práctica de ejercicios físicos?
Favorece un sueño renovador
Hacer ejercicio nos ayuda a dormir mejor. Parece algo indiscutible pero un buen descanso resulta más beneficioso de lo que imaginamos, especialmente para los niveles de ansiedad. Después de un buen descanso y una buena noche de sueño, la concentración aumenta y el ánimo crece.
Ayuda a centrarse
La ansiedad dificulta la concentración. El ejercicio físico exige el equilibrio y la coordinación motora, obligando que nuestra atención esté enfocada en nuestro propio cuerpo. La práctica resulta de esta manera en la desconexión del malestar.
Libera irisina
La irisina es una hormona relacionada con la ansiedad. A mayor liberación de esta hormona, menos sensación de malestar. Los ejercicios aeróbicos, en especial, contribuyen a la secreción de irisina. Ejemplos de actividades aeróbicas son el ciclismo, la caminada, la corrida y la natación.
Aumenta la relajación
Los ejercicios físicos liberan endorfinas y favorecen la relajación. Además, fortalecen la musculatura ayudando a tener más control sobre ella. La práctica ofrece una conciencia mayor sobre el cuerpo, lo que nos permite identificar una tensión fuera de lo normal, que puede estar asociada a la ansiedad.
Mejora la autoconfianza
La ansiedad está asociada a inseguridad y autoconfianza, emociones que si no son gestionadas adecuadamente pueden generar malestar y afectar a la salud. La práctica de ejercicio físico consigue reformar la confianza en nosotros mismo así como el sentimiento de eficacia conseguimos alcanzar metas deportivas.
Mantiene sano el aparato respiratorio
La respiración es un ejercicio de regulación corporal, que favorece el equilibrio tanto de las emocionales como del sistema circulatorio. Cuánto más agitadamente respiramos, más podemos sentir ansiedad si esta se refiere a estados emocionales de tensión. Hacer deporte alivia y produce una respiración más tranquila, mejorando además el control respiratorio.
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Esta publicación ha sido realizada por la Fundación Internacional de Educación de Colombia (UNINCOL) con el objetivo de ofrecer información que aporte al mejoramiento continuo de la calidad de vida de la comunidad institucional.
