El fútbol de élite requiere una combinación única de habilidades técnicas, tácticas y físicas para destacar entre la competencia. En los últimos años, el fútbol ha experimentado cambios significativos en términos de tácticas de juego y preparación física de los jugadores. Para evaluar el rendimiento físico, la fuerza y la velocidad en los jugadores de fútbol profesional, se han implementado diversas pruebas y protocolos.
Demanda física en el fútbol de élite
Los jugadores de fútbol de élite masculinos suelen recorrer distancias de 9 a 14 km durante un partido, con aproximadamente 900 m a alta velocidad y 300 m a velocidad de sprint. Además, se realizan más de 700 cambios de dirección en un solo partido. Estas demandas físicas han llevado a la necesidad de evaluar y mejorar los atributos de fuerza y potencia en los jugadores para lograr un rendimiento óptimo y una carrera exitosa.
En un estudio publicado en Sports Medicine, titulado «Assessment of Strength and Power Capacities in Elite Male Soccer: A Systematic Review of Test Protocols Used in Practice and Research», se ha demostrado una correlación sólida entre la fuerza de la sentadilla máxima y el rendimiento en carreras breves de alta velocidad y saltos verticales en jugadores de fútbol de élite. Además, la velocidad recta se identifica como una de las acciones más comunes en situaciones de gol en el fútbol profesional, lo que resalta la importancia de la fuerza y la potencia en el rendimiento individual del jugador.
¿Cómo evaluar y mejorar la resistencia física de los futbolistas?
Los entrenadores utilizan una variedad de pruebas y protocolos para evaluar las capacidades de fuerza y potencia en los futbolistas. Algunas de las pruebas más utilizadas incluyen el salto vertical, que evalúa la potencia explosiva de los miembros inferiores; la prueba de sprint, que mide la velocidad máxima; y la prueba de fuerza máxima del tren inferior, como la carga en sentadillas. Estas pruebas han demostrado tener una sólida correlación con el desempeño en el campo y permiten identificar los puntos fuertes y las áreas de mejora de los jugadores. La evaluación y mejora de la resistencia física a través de estas pruebas son fundamentales para potenciar el rendimiento en el fútbol de élite.
Teniendo en cuenta este conocimiento, muchos equipos integran programas de entrenamiento dirigido. Estos programas se centran en el desarrollo de la fuerza y la potencia de los jugadores a través de entrenamientos específicos como el entrenamiento de sentadilla, el entrenamiento de sprint con resistencia y el entrenamiento pliométrico. Estas acciones específicas de entrenamiento han demostrado mejorar significativamente el rendimiento físico de los jugadores, permitiéndoles rendir mejor en el campo y reducir el riesgo de lesiones.
En resumen, la fuerza y la potencia son aspectos cruciales en el rendimiento de los jugadores de fútbol de élite. La evaluación continua de estas capacidades físicas mediante pruebas científicas específicas permite a los entrenadores identificar y mejorar las áreas de mejora de los jugadores. Esto no solo mejora el rendimiento individual de los jugadores, sino que también tiene un impacto positivo en el éxito del equipo. Todo ello demuestra la importancia de la preparación física adecuada como complemento a las habilidades técnicas y tácticas en el fútbol profesional.
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Esta publicación ha sido realizada por la Fundación Internacional de Educación de Colombia (UNINCOL) con el objetivo de ofrecer información que aporte al mejoramiento continuo de la calidad de vida de la comunidad institucional.
